Han tenido alguna vez la sensación de desear algo tanto tiempo que cuando se cumple piensas que es un puro sueño y que nada de lo que te esta pasando es mentira y te toca pellizcarte una y otra vez y aun así, no lo crees.
Me ha tocado recorrer 14.000 kilómetros, volar durante 12 horas, cruzar un Océano, el Atlántico, cambiar de hemisferio y con ello de estación, me ha subido la temperatura de 12 grados de Madrid, por los 35 de Buenos Aires, 38 de Iguazu, 33 de Santa Fe (aguante Beltrán), y los 30 de Córdoba (llevaba mucho tiempo esperándote).
He pisado 3 aeropuertos, 2 terminales de autobús, he subido en 7 taxis o remises.
He estornudado en el río Paraná, he visto tortugas gigantes y caimanes, se han posado en mis manos mariposas como mi puño, he transitado por campos interminables, me ha pegado el sol en la frente durante muchas horas, me he refrescado con agua del Sur, he tomado Coca Cola, he comido gnoquis con salsa recomendada por una camarera militar, he escupido a cinco metros del Obelisco, he tocado las rejas de la Casa Rosada, he pisado el Cabildo donde una vez un grupo de buenos políticos encomendaron un país a su propia decisión, he llorado, reído, sentido, latido y mordido.
He comido alfajores de dulce de leche, un asado impagable, he disfrutado, he sido traicionado por Dios, me he encomendado al poder del paraíso, he usado unas alpargatas que murieron allí, rojo pasión.
He sido y he piqueteado, he sacado cientos de fotos, he apuntado con el dedo, he lanzado pulgares al aire, muchas veces, he recibido y he dado besos, me han abrazado, me han zarandeado, he comido sandwichitos, lomitos, chimichurri, biffes.
No se que he y dejado de sentir, pero se que estaba. Quizás allá veces que todo lo que podamos imaginar no pueda compararse a una realidad, a una extraña realidad que me ha regalado, eres una bendita locura, un estado tan taquicardico que tienes ganas de morir y revivir, eres esa sensación impagable que solo tiene valor a precio de soja, he alentado con el Agro y los he reputedo, me han tenido secuestrado en las carreteras argentinas en defensa de una libertad que nunca existió, ni jamás será cierta.
He sido protagonista durante unos segundos, durante unos minutos, unas horas y unos días de un estado que aún hoy no llego bien a asimilar, sigo con yet lag.
Soy, si, Nicolás Franze, esto es Ciudad Lealtad, y como bien dice el titulo del escondite este que me he armado, es un sitio leal, fiel a un estado, firme, constante, intratable,perseverante, puro, con sus cosas buenas y malas. Pero aún así, sigo siendo fiel, jamás defraudo a todos aquellos que alguna vez han deseado un momento como este.
Para todos vosotros, Gracias. Se lo debo a los que están, y a los que se han caído en el camino, se que tierra que piso, me acompañais todos porque me conocéis, sabéis como pienso, como hablo, lo que siento y la pureza de mis decisiones. GRACIAS PÁ por el viaje, es el mejor regalo que me podías hacer, ni 100 kilos de oro, ni el auto mas caro del mundo, ni las ropas mas decadentes del planeta, este regalo si lo quería.GRACIAS.
Y no te olvides, una maleta, un par de alpargatas, un poco de repelente de mosquitos, un par de camisetas y pantalones, una gorra y muchas ganas de andar, porque ya lo sabes: "al andar se hace el camino", y yo digo: -PRESENTE.